Eso ya no es vida

Jimena G.
2 min readSep 13, 2023

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Ayer recibí mi primer shock contable en mucho tiempo: me quedan 200€ en la cuenta y estamos a día 13. Ah, y aún tengo que renovar el alquiler de mi bicicleta y lo de la cuenta de ahorro se va para pagar impuestos. Le debo 500€ al estado Francés. ¡Yes! Mi visión de Bridget Jones, abriendo facturas con una botella de vino no iba tan desencaminada.

Siendo sinceros: vivo por encima de mis posibilidades. Mi casa es un palacio de parejas que ahora tengo que financiar yo sola. Nunca he vivido en una casa tan bonita ¡ni tan cara! Pero es que en mi antiguo piso se me caía el techo en la cabeza! Literal. El baño tenía humedades y, mientras estabas sentado en el váter, se te caían trocitos de pintura del techo. Ya tengo una edad.

Mis opciones pasan por: mudarme a un sitio más pequeño o convertir mi casa en un AirBnb. Obviamente que la respuesta correcta es la B, siempre: subarrendar. Pero es difícil poner una habitación en alquiler cuando sigo sin mesa de comedor… y para comprarme una me tengo que gastar un dinero que no tengo. ¿Por qué los muebles son tan caros? ¿Por qué la vida es tan cara? — Me pregunto con mi botella de vino y rodeada de facturas.

Y entonces recuerdo la frase de mi abuelo:

“La vida es cara, hay otra más barata, pero esa ya no es vida.”

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